No voy a entrar en detalles ni quien soy ni quien seré ...



No busco gustar ni tan siquiera que se lea...



Simplemente, un rincón para mí...



Da lo mismo quien abra esta ventana.



No importa tan siquiera lo que pueda pensar...



Sentirme es lo único que persigo...



lunes, 6 de junio de 2011

CRONICA

Lo veo en tus ojos, allí agazapadas tras su verde y tus  pupilas contraídas veo todos los interrogantes. Me miras, me observas y te preguntas que está pasando, por qué cada vez que te acercas , me alejo ¿?, por qué no sonrío, por qué no tengo ganas de compartir espacio, por qué a todo….
Veo que quieres preguntar, las palabras  casi salen de tu boca, pero las silencias, sabes que si preguntas algo malo pasará.
Mi estómago está contraído , yo también te observo, temo el momento en que dispares las preguntas, soy cobarde, pero sé que si ahora lo haces no podré callar lo que pugna por salir. He ido perfeccionando el arte en esquivarte, en no mirarte directamente, en acortar los tempos en que estamos solos tú y yo.
La dinámica de estos últimos días me está sirviendo de escudo y excusa, luego ya no sé qué pasará. Si callaré o hablaré, si continuaré o lo romperé.
Tengo en mi cabeza las frases necesarias para parar el golpe, para dilatar el tiempo y convencerme que debo dar otra oportunidad…
Quiero dejar caer el verano, ver cómo nos desenvolvemos, cómo convivimos, después de este tiempo tendremos que decidir, pero ahora, ahora no es buen momento, hay demasiados sentimientos contradictorios, demasiado desánimo para ser justa…
Lo veo en tus ojos y sé lo que estás sufriendo, aún así,  no puedo aligerar tu dolor el mío propio me desgarra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A menudo estos sentimiento son evocados.
A menudo por corazones ansiosos oídos como golpes de eco resonantes en una caja torácica repletas de sentimientos no tan nobles.
En ocasiones es necesario hacer más ruido para amortiguar esos ecos y levantar la mirada por encima del horizonte, ver más allá de esos rumores, observar sentado como pasan las nubes veloces por encima de nuestras diminutas almas y ver si tras esas espesas nieblas se hayan las soluciones o solo problemas nuevos añadidos a otros por falta de reflexiones.
No siempre tras una tempestad queda todo en silencio y sale un sol radiante.
Con mis mejores deseos le brindo mi sabiduría no por erudito sino por fracasado en vidas anteriores.
Que mi luz le llegue tenue y mi sentir tibio para que en otros ojos encuentre lo que no busca, para que vea otros reflejos a los rayos de su luz hoy su sombra.

VESTA dijo...

Gracias por tan bellas palabras.
Cierto que debemos mirar más allá de la tempestad, pero mientras nos está mojando, cala profundamente en el alma…