LA PARTIDA DE LA VIDA

A veces no regocijamos en nuestras propias penas, sí,  es humano actuar como si todo fuera culpa de los demás.   

Es difícil admitir que no hemos sabido jugar nuestras cartas, que nuestros pasos han ido a destiempo. Hay gente con la capacidad de estar en el lugar apropiado y en el momento apropiado y hay quien, muy a pesar suyo, siempre pierde la baza.

No por esto debemos tirar la toalla, no porque en el pasado nuestros pasos han errado debemos dejar de andar, mas bien lo contrario, debemos agudizar nuestros sentidos, escucharnos y seguir nuestros instintos sin dudar de ellos.  Quizás sea la única fórmula para cambiar los pasos erráticos por pasos firmes y seguros.

Podemos hacer mil cábalas, podemos analizar cada minuto de nuestras vidas, pero nunca sabremos lo que nos depara el futuro. Si queremos anticiparnos a él, no vamos a conseguir mas que decepciones, puesto que el futuro nunca se va  dejar coger, nunca va a ser aquel mundo que hemos ideado en nuestros pensamientos, es ladino y escurridizo,

Pisa fuerte y seguro, anda por la vida sabiendo lo que deseas, pero no pretendas que el mañana ideado venga a ti tal y como lo has visionado.

La partida de la vida está en nuestras manos.